Los 39 minutos de partido en la primera ronda del Open de Australia el pasado martes ante Bernard Tomic sonaron a pocos para Rafael Nadal. El primer favorito del torneo no se dio tregua un día después y entrenó al mediodía, cuando más pegaba el sol, con una temperatura que llegaba a los 41 grados, ante el júnior australiano Bradley Mousley, 24 de la clasificación de la Federación Internacional de la categoría.
Nadal apareció, como ya ha sido habitual en sus entrenamientos en el Melbourne Park, con un visible vendaje en su mano izquierda, con la que juega, y en la que le ha salido una molesta llaga producto de los cambios de temperatura en la capital de Victoria, conocida como la ciudad de las cuatro estaciones porque en un mismo día puede hacer calor, frío e incluso llover.
En condiciones normales, Rafa no tendría porqué conocer a su próximo rival. Sin embargo, lo conoce y bien porque entrenó con él en la pasada edición de Roland Garros, la que significó su octava corona en los Internacional de Francia.A la conclusión del entrenamiento, Toni Nadal, siempre pendiente de las evoluciones de su sobrino, acalaraba a este periódico que "seguimos entrenando con el vendaje por precaución, para que la llaga no vaya a más, pero la idea es jugar los partidos sin él". El siguiente compromiso del balear, en la segunda ronda del Abierto, será la próxima madrugada, otra vez ante otro tenista local, el también júnior Thanasi Kokkinakis, 570 de las listas ATP, y el segundo jugador con una clasificación más baja con el que se cruza Nadal en un 'Grand Slam'. En la primera ronda de Roland Garros 2010 se midió al francés Gianni Minar cuando éste era el 655 del mundo.
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